Quiero divorciarme

Quiero divorciarme.

Quiero divorciarme

Es una frase que se repite mucho en nuestro despacho de abogados unida a una serie de motivos o condicionantes:

  • Quiero divorciarme pero tengo miedo.
  • Quiero divorciarme, pero, ¿qué tengo que hacer?
  • Quiero divorciarme pero no se por donde empezar.
  • Quiero divorciarme pero que sea de mutuo acuerdo.
  • Quiero divorciarme pero no tengo trabajo ni dinero.
  • Quiero divorciarme pero no se si mi marido o mujer va a aceptar el divorcio.
  • Quiero divorciarme pero no se cuánto cuesta.

Con está publicación intentaremos reducir los «peros» y las dudas, para tener la certeza de cuál es la situación que jurídicamente se produce cuando uno de los cónyuges dice «quiero divorciarme».

A lo largo de esta publicación trataremos sobre la decisión de divorciarme enfocado en primera persona desde una perspectiva práctica con un ejemplo final que nos puede ayudar a entender mejor cómo es la situación que se produce cuando un cónyuge se quiere divorciar, a qué se enfrenta y que posibilidades legales tiene en España.

Decisión de divorciarme:

Si quiero divorciarme, ¿cómo es la decisión de divoricarse?

Hay que entender que con que uno de los cónyuges quiera divorciarse tiene derecho a hacerlo y no se le puede obligar a mantener un matrimonio que no desea. El matrimonio debe ser la libertad constante y consciente de decidir mantener un proyecto de vida sentimental común, a sabiendas de que no es una obligación ni imposición. El matrimonio es la opción de vida conjunta elegida y renovada recíprocamente a diario por ambos cónyuges. Existe la separación matrimonial de hecho y de derecho y el divorcio como alternativas a la continuidad de un determinado matrimonio.

Por ello, cualquiera de los cónyuges tiene derecho a pedir libremente su divorcio, pero ¿qué pasa si el otro cónyuge no quiere divorciarse? ¿Es posible rechazar la propuesta y petición de divorcio del otro cónyuge? No se puede impedir la petición de divorcio del otro cónyuge, aunque todavía haya personas que mantengan la mentalidad de siglos atrás, legalmente hemos avanzado y solo falta que social y familiarmente también lo hagamos. Tenemos todas las herramientas para gestionarlo desde la educación sentimental sana.

Ante esta situación en la que ambos cónyuges pueden desear cuestiones radicalmente diferentes y a priori podría argumentarse que ambos tienen parcialmente razón en sus pretensiones, evidentemente prevalece el derecho a divorciarse del cónyuge que así lo solicita frente a la petición del otro cónyuge que preferiría mantener el matrimonio. por un lado, no se puede obligar a mantener un matrimonio a la fuerza al cónyuge que lo solicita. En cambio, tampoco tiene obligación el cónyuge que no quiere divorciarse a facilitar un divorcio de mutuo acuerdo al otro.

No quiero divorciarme:

¿En qué quedamos entonces? En ocasiones uno de los cónyuges propone el divorcio de mutuo acuerdo al otro que opta por no aceptar ese divorcio amistoso. Hasta ahí es correcto, pues, como hemos dicho, no podemos obligar a un cónyuge que no quiere divorciarse a otorgar un divorcio de mutuo acuerdo. De hecho, en el convenio regulador deberán de establecerse todas las condiciones que regirán la vida postmatrimonial y en las que también debería haber consentimiento y consenso de ambos.

Divorciarme de mutuo acuerdo

En estos casos, el cónyuge que quiere divorciarse puede optar por iniciar una demanda contenciosa: trámite más lento, complejo y caro. El cónyuge demandado al que le piden el divorcio por lo contencioso no podrá oponerse y negar la disolución matrimonial, pero si puede oponerse a la regulación que solicita en su demanda el cónyuge demandante.

Tanto el matrimonio como, en su caso, el proceso de separación o divorcio es único y común para ambos cónyuges. Por ello, si uno quiere el divorcio y el otro mantener el matrimonio lo justo sería que se pudiera reconducir a mutuo acuerdo para evitar costes, enfrentamiento y demoras innecesarias.

Por ello es tan importante que se parta de la base de que ambos cónyuges civilmente tienen derecho a pedir el divorcio sin que el otro se pueda oponer al mismo; que se pueda normalizar la petición de divorcio por parte de uno de los cónyuges y que el otro lo considere de inicio como una opción y no suponga un verdadero drama innecesario y sorpresivo.

Si ambos cónyuges tuvieran esta premisa clara no solo en ocasiones actuarían de otra manera y podrían prevenir el divorcio, sino que además no tendrían tanta reticencia a la aceptación de la propuesta de divorcio de su cónyuge. Las personas mezclamos temas y el divorcio no es una excepción.

La decisión de divorciarme siempre será un decisión en primera persona de alguno de los esposos. No cabe el divorcio de no existir petición de alguno o ambos esposos.

Quiero separarme pero mi esposo o esposa, no quiere.

¿Qué hago si quiero separarme pero mi esposo o esposa no quiere?

¿Mi pareja puede impedir que yo que quiero separarme pueda hacerlo?

En un despacho de abogados de familia se escuchan verdaderos dramas, barbaridades y enfrentamientos innecesarios por no haber sabido gestionar adecuadamente, en primer lugar, la relación y menos aún la ruptura.

Muchas personas entran en shock y rechazan infundadamente la petición de divorcio de su cónyuge y es algo que hay que aceptar después de haber confirmado que no hay posibilidad de entendimiento matrimonial.

En muchos casos la reticencia al divorcio pretende evitarse mediante una reconciliación, pero conlleva enfrentamientos que provocan que la relación se degrade en mayor medida de lo que se puede soportar y ello dificultará que cada uno de ellos pueda rehacer su vida después del divorcio y puedan gestionar los vínculos creados tales como hijos(es diferente un divorcio sin hijos a un divorcio con hijos), bienes o deudas con cierta normalidad.

Si alguien quiere separarse pero no lo hace por comodidad, tal vez esté manteniendo una incomodidad matrimonial para el resto de tu vida. El divorcio puede hacernos perder la tranquilidad a corto plazo, pero si necesitamos divorciarnos y no damos el paso podemos estar manteniendo una intranquilidad para toda la vida. Que tengamos más capacidad de adaptación o resignación será otra cuestión. Mantener un matrimonio que no queremos no es amor sino una degradación de la confianza sentimental, que en muchos casos llega a ser desamor. Hay muchas personas que no se divorcian simplemente por no tener la seguridad de encontrar alguien mejor.

Si queremos de verdad a nuestra pareja y esta no quiere estar con nosotros, ¿es aceptable que con la excusa de que la queremos la retengamos en un matrimonio que ya no quiere compartir con nosotros?

Separarme

Quiero separarme pero mi marido o mujer no:

A continuación pondremos el ejemplo de un cliente que vino a nuestro despacho y que encaja perfectamente en esta situación. ¿Qué ocurre cuando quiero separarme pero mi marido o mujer no me firma el convenio regulador de divorcio? Lo explicaremos a continuación en la práctica.

Hace varios años vino un cliente escandalizado a mi bufete contando lo que le estaba ocurriendo. Se trataba de un señor muy singular de unos 65 años de un pequeño municipio de la provincia de Toledo chapado a la antigua y que venía a contratar a un abogado para que hiciera lo que él sin estar asesorado ya le había confirmado y dejado claro a su mujer.

Venía con la decisión de no separarse, indignado y nervioso, según él no era para menos, su mujer le había dicho que iba a pedir la separación o el divorcio, pero él ya le había aclarado que no se lo iba a dar, y precisamente venía a contratar el mejor abogado, a cualquier precio, para que se ocupara de rechazar cualquier tipo de petición de divorcio que realizara su esposa.

Al intentar explicarle de una manera comprensible que él no podía rechazar el deseo y petición de divorcio si así lo solicitaba su mujer en una demanda contenciosa, se llevó el disgusto de su vida, marchándose a buscar un abogado mejor, que tal vez le dijera lo que quería oír, aunque no fuera verdad.

Aún está en una parte de la sociedad la idea apolillada de que es posible rechazar la petición de divorcio de su marido o mujer. Se trata de una mentalidad que considera que el matrimonio es para siempre y no se ha casado para divorciarse. No está en sus planes y considera que la otra parte del matrimonio tiene que claudicar y vivir en un matrimonio indeseado. Si no, que no se hubiera casado.

Tenemos derecho a pedir el divorcio o la separación tanto de mutuo acuerdo, con el consentimiento de ambos esposos, como por lo contencioso con la petición de uno solo de los cónyuges si, por desgracia, el otro no quiere facilitarnos la tramitación amistosa.

La frase lapidaria al separarse o divorciarse de “te deseo lo mejor” no debe ser una expresión vacía y sin valor, sino que debería ser verdad de corazón y desear el bien de aquella persona que hemos querido y que, en parte, nunca dejaremos de querer por considerarla una persona especial. Lo importante no es adornar la ruptura con palabras complacientes, sino demostrar con hechos que le deseamos lo mejor y facilitar la ruptura, aunque duela entender que no podemos retener en nuestra vida a una persona que ha dejado de querer compartir la suya con nosotros.

Divorciarme barato en España:

Para poder divorciarse de mutuo acuerdo en España es necesario que el último domicilio conyugal o el domicilio común de alguno de los esposos esté situado en España.

Al leer estas lineas puede pensar, de no ser así, ¿no puedo divorciarme?

Si podrá divorciarse, pero no en España.

Con Divorcionetas pordrá divorciarse o separarse en cualquier ciudad de las provincias de España conforme se indicado más arriba, en Álava Albacete, Alicante, Almería, Asturias, Ávila, Badajoz, Barcelona, Burgos, Cáceres, Cádiz, Cantabria, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, La Coruña, Cuenca, Gerona, Granada, Guadalajara, Guipúzcoa, Huelva, Huesca, Islas Baleares, Jaén, León, Lérida, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Ourense, Palencia, Las Palmas, Pontevedra, La Rioja, Salamanca, Segovia, Sevilla, Soria, Tarragona, Santa Cruz de Tenerife, Teruel, Toledo, Valencia, Valladolid, Vizcaya, Zamora y Zaragoza.

Divorciarme barato

Separarse o divorciarse a precio barato con Divorcionetas sí es posible de mutuo acuerdo en cualquier Juzagdo de España. Consultas gratuitas, llámenos. Separarme o divorciarme no es algo malo ni bueno, es una mera decisión, lo malo es haber tomado la decisión definitiva y no llevarla a efecto.

Desde el momento en el que uno de los esposos toma la decisión firme hay que procurar gestionar el proceso de mutuo acuerdo de manera razonable y en los mejores términos para ambos cónyuges con madurez y con respeto mutuo.

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