De ser necesario, el divorcio o separación de mutuo acuerdo es más rápido, económico, sencillo y pacífico, en el sentido de que los esposos no deben de enfrentarse a un pleito, sino a un proceso de consenso de un convenio regulador que después es ratificado en presencial judicial o notarial. Por tanto:
- Se reducen los plazos.
- Se abarata el proceso.
- Se simplifica las gestiones y trámites a realizar.
- Se reduce la tensión.
En nuestro despacho de abogados tramitamos procesos de separación, divorcio o guarda y custodia con hijos menores de mutuo acuerdo en cualquier Juzgado de España por el precio de 150 euros pro cónyuge.
Una de las mayores ventajas del divorcio de mutuo acuerdo en relación al contencioso es que en el trámite amistoso se suele conseguir mantener mayor cordialidad en la ruptura al evitar el enfrentamiento fruto del litigio, lo que nos puede ayudar a normalizar la ruptura de cara a los hijos comunes y en definitiva beneficiará a estos pues se evitarán pleitos y discordias futuras y la regulación se suele poder llevar a la práctica de una manera más flexible y adaptada a las necesidades familiares y de los niños.
El proceso amistoso de mutuo acuerdo no tiene ninguna desventaja, todo son ventajas en comparación con el procedimiento contencioso, eso sí, la decisión de separarse o divorciarse así como la regulación contenida en el convenio regulador deberá ser la adecuada y conveniente adaptada a las necesidades familiares después de recibir el preceptivo asesoramiento legal.
Toda decisión acarrea unas consecuencias y tanto casarse, separarse como divorciarse supone una decisión personalísimas y trascendental que debe de ser meditada adecuadamente para evitar incurrir en precipitación.
Cuando el divorcio pasa a ser una necesidad para alguno de los esposos, conviene mantener pautas correctas y a dicho efecto puede ayudar trucos antes de divorciarse en positivo.
¿Cuáles son las ventajas o desventajas de divorciarse, separarse o mantener el matrimonio?
Toda opción conllevan ventajas y desventajas, pues en cualquier disyuntiva, optar por una opción supone dejar de optar por la otra. Es algo obvio y evidente, pero en un matrimonio y familia confluyen los derechos y obligaciones y la parte más sentimental y emocional, lo que complica mucho la toma de decisiones pues siempre existen pros y contras, lo que en ocasiones genera gran dudas e inseguridad.
Si decide separarse o divorciarse, indiscutiblemente siempre será mejor un proceso amistoso, siempre que reúna las debidas garantías y sea objetivo y justo tanto para los cónyuges como para los hijos comunes. Un divorcio debe ser integrativo de manera que no excluya a ninguno de los miembros pues la familia con el divorcio se transforma, pero no se rompe o destruye.
Beneficios de un divorcio o separación de mutuo acuerdo:
Como hemos dicho, en caso de que usted se encuentre ante una ruptura matrimonial definitiva, la mejor de las opciones es el divorcio o separación de mutuo acuerdo. Muchos clientes nos preguntan. ¿Qué es mejor y más beneficioso la separación o el divorcio?
Pues bien, no es que sea uno u otro mejor o peor, son esencialmente cosas diferentes. Los plazos, trámites a realizar y costes de ambos procesos son los mismos, pero a continuación analizaremos los diferentes efectos y consecuencias legales de una y otra declaración.
Ventajas de divorciarse:
La principal ventaja del divorcio en relación a la separación, es que al divorciarse el vínculo matrimonial se disuelve, o lo que es lo mismo, termina de manera definitiva. En España existe la posibilidad de acudir al proceso de divorcio directamente sin necesidad de tramitar una previa separación desde el año 2005.
Es por ello que aún existen gran número de matrimonios que se separaron antes de 2005 (pues no podrían divorciarse directamente) y que no tramitaron el divorcio y ahora acuden a los despachos a tramitar el proceso de divorcio pasados más de 15 años.
Desde nuestro punto de vista, si la ruptura está clara, lo más recomendable es tramitar el divorcio directamente (para evitar tramitar dos procesos, primero uno de separación y después uno de divorcio, lo que supone exponerse a los plazos, costes y gestiones por duplicado sin necesidad), o en caso de tener dudas en la tramitación del proceso, incluso no tramitar ningún proceso hasta que no se aclare la situación de qué se quiere hacer. En el caso de que los esposos se estén dando un tiempo pueden optar por la separación de hecho (no existe abandono de hogar en España) o por una separación matrimonial, a expensas de confirmar la decisión final de los cónyuges.
Ventajas de separarse:
Al separarse la ventaja es que a diferencia de lo indicado con el divorcio, no se disuelve el matrimonio, de manera que el matrimonio sigue existiendo, pero el vínculo matrimonial, por expresarlo de una manera muy entendible, está detenido, suspendido, paralizado, congelado. La consecuencia práctica de una separación es que los cónyuges separados (no divorciados) no se pueden volver a casar habida cuenta de que aún mantienen su vínculo matrimonial y es obvio que no pueden contraer nuevo matrimonio pues incurrirían en un doble matrimonio (bigamia), en estos casos la Ley lo que establece es que el segundo matrimonio con independencia de que haya podido contar con apariencia de validez, no sería válido.
Una persona separada puede optar por el divorcio o la reconciliación. En el caso de que no opte ni por el divorcio ni la reconciliación matrimonial, el matrimonio acabará disolviéndose con la muerte de cualquiera de los cónyuges.
Ventajas de no separarme o divorciarme:
Como ya hemos indicado al inicio, no es que una decisión sea buena o conveniente y otra sea mala o desaconsejable.
En derecho de familia hay que analizar caso por caso para tomar las decisiones más acertadas conforme las circunstancias y necesidades familiares concretas.
Lo que para una familia puede ser bueno para otra puede ser malo y la recomendación a dos matrimonios similares pueden ser diferentes en función de esos matices y peculiaridades que cada persona tiene individualmente y cada familia en su conjunto.
Ventajas de mantener el matrimonio:
La ventaja de mantener un matrimonio y no separarse o divorciarse básicamente es que en los casos en los que no esté clara la ruptura, de manera prudente se mantendrá el matrimonio y por tanto la oportunidad de meditar más la decisión. No es que sea una ventaja o desventaja en si misma, sino que no divorciarse o separarse es una opción más, la decisión es personalísima, y desde nuestro punto de vista la gran ventaja de no tramitar el divorcio o la separación es que si no se tienen claras las cosas, se deja un tiempo para sopesar la decisión y ante la duda se apuesta por mantener el matrimonio a sabiendas de que ambos tienen el derecho y la libertad de divorciarse o separarse.
La decisión de casarse, separarse y divorciarse debe de ser libre y consciente con diligencia. En el caso de que esté dándole vueltas a la idea de separarse o divorciarse o mantener su matrimonio, el primer paso es reforzar la comunicación y fomentar la cordialidad y respeto en la pareja.
¿Por qué? Por entender nuestros abogados que en cualquiera de las decisiones se debe de tratar de gestionar de manera amistosa.
¿Matrimonio amistoso? Sí, pues existen muchos matrimonios que tienen una relación y convivencia contenciosa lo que supone una presión insana que puede exponerlos a enfrentamientos y situaciones límite.
Además de mantener la cordialidad familiar y no perder las formas es recomendable buscar apoyo y refuerzo tanto en el plano psicológico como en el jurídico.
Existen grandes profesionales para terapia de pareja y psicólogos que pueden ayudar a dar respuestas a sus interrogantes y aclarar y mejorar nuestra situación sentimental.
En España contamos con excelentes abogados de familia con los que siempre es recomendable asesorarse, especialmente si se dedican específicamente a derecho matrimonial, pues podrán aclarar el alcance de sus derechos y obligaciones. Ponemos a su disposición los letrados de Divorcionetas.
Abogado especialista en Derecho de Familia. Titular del bufete Abogados Cebrián & Asociados. Premio Nacional de Ley en Derecho de Familia 2020. Colegiado del ICAM 85.585.