Si usted ha decidido divorciarse y no tiene donde ir, lo primero es analizar la situación familiar, pues lo primero que hay que resolver es qué cónyuge tiene derecho o se acuerde que se quede residiendo en el domicilio familiar.
Deberá de recibir en primer lugar un buen asesoramiento, incluso, debe de valorar la posibilidad de solicitar abogado de oficio, caso en el que si cumple con los requisitos y le es reconocido el derecho a justicia gratuita, la asistencia legal será gratis sin conste. Es recomendable conocer los trucos antes de divorciarse que permitan gestionar de manera amable la ruptura potenciando el respeto y reduciendo la tensión.
No tengo donde ir que hago
En ocasiones las familias se organizan de una manera que limita mucho las posibilidades de tener independencia de vidas entre los cónyuges. Muchas familias tienen dos efectos desfavorables: Limitados ingresos y grandes gastos. Ante esta situación muchas personas sienten que si se divorcian no saben ni don ir con la separación.
Lo primero será asesorarse, pues en hay que analizar la situación concreta de la familia para proponer la mejor regulación que equilibre con sentido común y de manera justa y razonable los derechos y obligaciones de los esposos.
Me quiero separar pero no tengo trabajo
No tener trabajo puede ser una gran limitación para separarse y poder hacer frente a los gastos personales y familiares. Son muchas las personas que se plantean la separación pero tienen muchas dudas de que se pueda llevar a la práctica al no tener trabajo o, incluso, tener trabajo pero sin los ingresos o la estabilidad adecuada.
Muchas personas tienen miedo a cómo podrán reorganizar sus vidas. Me quiero separar pero no tengo dinero es una tónica que se repite en muchos matrimonios en España. Es normal, pues la liquidez de muchas familias está muy ajustada pues los ingresos no pueden satisfacer holgadamente a las necesidades familiares esenciales. Cuando llega el divorcio se duplican los gastos y se mantienen los ingresos, lo cual puede hacer que muchas familias sientan que se les hace cuesta arriba vivir separados por dificultades económicas.
El gran problema es que hay muchas familias que no tienen dinero suficiente como para separarse y mantener los gastos de vida familiares a pesar de tener trabajo. Si encima uno o los dos cónyuges no tienen trabajo ya hay dificultad de cubrir los gastos estando justos y, separados, más aún.
Qué pasa si me divorcio y mi pareja no trabaja
En los casos en los que uno de los miembros de la pareja no trabaja puede que sea procedente el establecimiento de una pensión compensatoria o indemnización compensatoria (en caso de tener separación de bienes y cumplirse una serie de requisitos).
Si uno de los cónyuges sí tiene ingresos y/o trabajo y el otro no, no quiere decir que siempre se deba de abonar una prestación al cónyuge sin trabajo, pero es algo que hay que valorar caso por caso. Además, no es que la Ley diga qué hay que hacer en una familia concreta, sino que existen parámetros legales que hay que aplicar con sentido común y lo más beneficioso será que los cónyuges que se divorcian lleguen a un acuerdo justo.
Me quiero separar pero no tengo vivienda
La vivienda se ha convertido en el principal gasto de las familias. En las grandes ciudades de España el coste de vivienda tanto de alquiler como de compra con hipoteca puede oscilar a partir de los 750 y 1.000 euros.
Ante dichos importes, poder costear dos viviendas para poder vivir ambos cónyuges por separado, puede ser inviable.
El derecho a la vivienda supone un esfuerzo para cualquier familia, tener que procurarse dos viviendas es un sobreesfuerzos que en muchos casos es inasumible.
Pueden derivarse problemas con casa nido, pero en ocasiones es una regulación con vocación de ser temporal que puede solucionar en un divorcio con hijo el mantenimiento de los hijos en el hogar y la entrada y salida de los progenitores en periodos alternos.
Pueden haber soluciones y opciones que usted no considera y que con un buen asesoramiento individualizado puede valorar.
Mantener una mala convivencia puede ser peor que el sacrificio a todos los niveles que puede requerir una separación de hecho que suponga un peaje en la calidad de vida familiar, pero permita prevenir conflictos y daño para todos los miembros de la familia, especialmente los niños.
Abogado especialista en Derecho de Familia. Titular del bufete Abogados Cebrián & Asociados. Premio Nacional de Ley en Derecho de Familia 2020. Colegiado del ICAM 85.585.