Divorcio con un hijo

En los divorcios con un hijo el bien jurídicos más digno de protección será el del menor.

Desde el momento en el que una pareja o matrimonio tienen descendencia asumen la responsabilidad de velar por el bienestar de todo aquello que necesite su hijo.

La separación se produce entre los padres, pero no debe de afectar a los hijos. Es muy frecuente que los padres pretendan divorciarse «a su manera» con un convenio regulador que se centre principalmente en sus propios intereses. Pues bien, los intereses prioritarios son los de los hijos y mientras que sean menores, intervendrá el Ministerio Fiscal para velar por la salvaguarda de los intereses.

Es de sentido común. Los padres en su día decidieron tener un hijo y ahora con la separación el hijo no puede ser afectado por dicha decisión. Tener un hijo es algo maravilloso que requiere que ambos progenitores mantengan su nivel de compromiso y dedicación, con independencia de cuál sea su estado civil.

Separación con un hijo
Divorcio con un hijo

Separación con un hijo

Cuanto más pequeño sea un hijo más le afectará y más sensible será a las posibles desavenencias de sus padres. Es por ello que habrá que priorizar en una separación que el hijo siga manteniendo la vida que antes tenía en todo lo positivo, eso sí, organizándolo de manera separada en los periodos en los que se encuentre al cuidado y compañía de cada progenitor.

Los niños sin convenio regulador ni sentencia son los más indefensos a las posibles disputas de sus progenitores.

Separarse a los 40 con hijos suele ser especialmente delicado, pues cuando afecta la llamada crisis de los 40 y se está en un momento intermedio en el que a esa edad se suele estar aún en una fase de consolidación profesional y creación de proyecto de vida: vivienda hipotecada, vehículo, gastos familiares generales.. etc.

No hay que pensar que la separación con un hijo será mala o buena para el hijo. Desde nuestro punto de vista hay que luchar por mejorar y mantener las relaciones familiares saludables, pero cuando dejan de ser sanas, saber poner un final a tiempo de manera amable y digna.

Un hijo no necesariamente necesita que sus padres estén juntos, si así lo están, mejor. Pero no estándolo pueden ser perfectamente felices y con un entorno positivo y seguro. En definitiva cada vez son más los hijos de padres separados. Pero lo que hay que centrarse es en mantener las formas, la cordialidad, el respeto que permita que cuando esté con un progenitor esté bien y con el otro también, y sea una situación pacífica sin reproches ni ataques de uno a otro.

En un divorcio o separación con un hijo debe de mantenerse las mismas prioridades inicialmente consolidadas cuando la pareja estaba junta, de lo que lo más importante, es el bienestar del hijo común, por encima de cualquier otro interés.

Abogado especialista en Derecho de Familia. Titular del bufete Abogados Cebrián & Asociados. Premio Nacional de Ley en Derecho de Familia 2020. Colegiado del ICAM 85.585.

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